Déjese la barba, que crezca como un racimo de uvas, como un panal de avispas. No se bañe. Consiga un tonel de ron y algún compinche. Pierda un ojo, o en su defecto una pierna o una mano. Recuerde: un loro nunca es mala compañía. Hágase a la mar. Si no tiene barco no importa, empiece naufragando, y al primer auxilio socorrista, trame un motín. Ejecútelo (capitán o almirante incluído).
Ya es un pirata.
Emborráchese noche y día hasta escuchar un canto de sirena. Átese al mástil (si no quiere naufragar otra vez y esperar algún rescate que es improbable que pase nuevamente). Modifique la ruta si un monstruo marino amenaza tras la isla. Aterrice, lo dicho, desembarque. Siga la línea punteada hasta una cueva custodiada por mil y una trampas mortales. Busque la x. Escave (espero haya recordado traer una pala).
Ahora bien... si nunca encontró la línea punteada. Tírese en el suelo, ahí nomás, y emborráchese mortalmente.
Está perdido.
3 comentarios:
jajaja
yo la encotre alrederos de mi cabeza y la x en mi cerebro
le laman lbotomia
Jajajajajajajajajajaa, espectacular!!!
"Empiece naufragando", jajjajajaja
ME EN-CAN-TÓ!! :)
Besosososososssss
Jeve.
Jajajaja... me encanta!!
Publicar un comentario