19.7.09

ulises olvidó amarrar las sogas

Tu voz
en el destello de tu boca
es una liana.

Me descuelgo
en tu silencio hasta
posarme distendido
entre tus dientes.

Una lengua
incandescente
me abrasa,
a la distancia
incomensurable
de mil leguas submarinas.

Y tu voz
-la siento ahora-
en el medio de la noche,
por sobre y debajo las mareas,
es un canto de sirena.

Hago agua

Contengo el aire

-apenas-

Y disfruto del naufragio.